jueves, 11 de septiembre de 2008

Una muerte lenta y dolorosa

¡Cómo somos! Desde los origenes del hombre nos hemos empeñado en ponerle una fecha al fin del mundo. Desde fechas estupidas que algún iluminado, medianto sólo el sabe que calculos, a extrañas interpretaciones de textos que un tipo escribió no se cuantos años atras.

Y es que hay teorías para todos los gustos. Basadas en la numerología, astrología, profecías, calendarios mayas, egipcios,... en el numero de Papas, en la Biblia, el Coran, el Talmud,... Y también tenemos a nuestra disposición un gran número de alternativas para el Apocalipsis: explosiones, meteoritos, agugeros negros, guerras nucleares, cátastrofes, cambios climaticos, extraterrestres,...

La última tendencia en esto de los armagedones es el LHC. Muy pocos saben que es exáctamente, pero son muchos los que auguran un negro futuro para el mundo por culpa de este proyecto de investigación. Las teorías mas pesimistas pronostican que se va a formar un agujero y que nos vamos a ir todos por el como si de un retrete cósmico se tratara.

Afortunadamente (o no) esto no va a pasar. Para la Tierra, el ser humano es como el tabaco, que provoca una muerte lenta y dolorosa, aunque como decía un amigo mio "total, no tenemos prisa".